Medio centenar de obras de Ramón Gaya enriquecen el patrimonio murciano con una donación histórica

María Isabel Verdejo, viuda de Ramón Gaya, ofrece una generosa y cuantiosa donación al Museo Ramón Gaya de un total de 47 nuevas obras del artista

Medio centenar de obras llegan al Museo Gaya para enriquecer el patrimonio Murciano a través de María Isabel Verdejo, viuda del pintor y escritor murciano Ramón Gaya, la cual ha llevado a cabo esta generosa y cuantiosa donación de 47 obras del artista, así como enseres personales del mismo, que enriquecen notablemente el Museo que consagra a este artista desde hace ya treinta y cuatro años.

Esta tarde el Alcalde de Murcia, José Ballesta, junto con el concejal de Cultura e Identidad, Diego Avilés, asistirán a la entrega de esta nueva donación, que se llevará a cabo en el mismo Museo Ramón Gaya a las 19.30 horas, un encuentro al que también asistirá la viuda del artista, María Isabel Verdejo.

Los enseres personales del artista permitirán recrear en el Museo Ramón Gaya su casa-estudio. Entre estas pertenencias que recrean el espacio donde el artista sentía y creaba sus obras se encuentra un conjunto de 516 ejemplares de discos individuales de vinilo de diferentes estilos musicales, así como música clásica, instrumental, ópera, flamenco y folclore popular. La muestra donada ha sido valorada en su conjunto en 11.688 euros.

Esta nueva y cuantiosa donación no solo enriquece notablemente el legado del Museo Ramón Gaya, sino que también constituye un valioso aporte al patrimonio cultural de Murcia. Las obras de Ramón Gaya, reconocidas a nivel nacional e internacional, son un testimonio del rico legado artístico de la Región y contribuyen a posicionarla como un referente en el panorama cultural español.

Un legado artístico y personal

A su vez, las pinturas que forman parte de esta brillante donación pertenecen a la última etapa como artista de Ramón Gaya, caracterizada por ser la más sutil de las cuatro en las que se divide su recorrido artístico y caracterizada por la pintura transparente y poco matérica, demostrando una vez más su erudición y capacidad para reinterpretar las tradiciones pictóricas. Sin duda un trabajo de dos, ya que el artista deja su rico legado artístico y María Isabel Verdejo continúa consolidando la figura de Ramón Gaya y el patrimonio murciano.

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