Acompañado de la concejal de Bienestar Social y Sanidad, María del Carmen Pelegrín, se ha sumado esta mañana a la “foto solidaria” que ha tenido lugar en la Plaza Belluga para impulsar la donación de órganos y concienciar a la sociedad murciana de su importancia. En la misma han participado también, además de la presidenta de la Asociación, María José Plana, el Delegado del Gobierno y representantes de la Consejería de Sanidad y Política Social.
Entre todos, han completado el puzzle construido en la misma plaza con el mensaje: “Tú respiras sin pensar, yo no pienso más que en respirar”.
La fibrosis quística es una enfermedad crónica que hoy no tiene cura y afecta especialmente a los pulmones y páncreas. Cuando provoca efectos muy graves e irreversibles existe la posibilidad del transplante pulmonar y/o hepático. Por eso, la Asociación Murciana contra la Fibrosis Quística lleva más de 10 años realizando campañas para sensibilizar y mentalizar a la sociedad acerca de la importancia de donar órganos, además de organizar diversas actividades de divulgación e información para captar donantes. Entre ellas, se llevan a cabo charlas informativas en institutos, universidades, centros de mujeres y talleres de formación para voluntarios.
La fibrosis quística consiste en una alteración genética que afecta a las zonas del cuerpo que producen secreciones, dando lugar a un espesamiento y disminución del contenido de agua, sodio y potasio, originando la obstrucción de los canales que transportan esas secreciones. Como consecuencia de este estancamiento, se producen infecciones e inflamaciones que destruyen zonas del pulmón, hígado, páncreas y sistema reproductor.
En los últimos años se ha avanzado mucho en el conocimiento y tratamiento de la enfermedad pero, a pesar de eso, sigue siendo una patología sin curación. Cuando la enfermedad se encuentra en un estadio muy avanzado, existe la posibilidad del trasplante pulmonar y/o hepático. Se estima que la incidencia de esta enfermedad en el país es de un caso de cada 2.500 nacidos vivos, mientras que uno de cada 25 habitantes son portadores sanos de la enfermedad.