Pintores en la Escena responde así al deseo de TCM de abrirse a otros sectores, en las diferentes relaciones que éstos puedan tener con el teatro, y en definitiva, con el arte en general.
Son muchos los artistas murcianos que tuvieron estrecho contacto con Talía, la musa del arte, y por ello, Teatro Circo Murcia ha querido aprovechar este gran legado artístico-pictórico para acercarlo a los ciudadanos. Desde los admirables Ramón Gaya o Luis Garay hasta el joven Paco Azorín, una de las figuras más destacadas de la actualidad en lo concerniente a las artes escénicas.
Tras el éxito alcanzado con Pintores en la Escena y el artista murciano, Pedro Cano, Teatro Circo Murcia trae ahora a otro de los grandes pintores y escultores murcianos: Cristóbal Gabarrón.
La muestra está dedicada a las creaciones para las artes escénicas del artista y pintor de Mula. En concreto, la exposición consta de diez maquetas escenográficas, dos atriles y dos sillones pertenecientes a las ediciones de los Premios internacionales Fundación Cristóbal Gabarrón y dos bocetos de la instalación realizada en la pasada edición 2011.
La exposición podrá verse hasta el próximo 19 de diciembre.
Además de inaugurar la exposición, Teatro Circo de Murcia se convertirá esta tarde en un lugar de encuentro para los amigos y agentes culturales que han querido ver y escuchar a Cristóbal Gabarrón y el director del TCM, César Oliva, en torno a la muestra y su proceso de creación.
Las escenografías creadas a lo largo de su dilatada carrera para el Washington Ballet, el espectáculo Nuevo Amanecer de José Mercé o la representación de El Celoso Extremeño del Ballet Español de Murcia. A continuación.
Las múltiples facetas creadoras de Cristóbal Gabarrón se aglutinan como en ninguna otra en la realización de numerosas escenografías realizadas para celebraciones y espectáculos de muy diversa índole. La visión frontal del escenario y la amplitud del mismo lo convierten en un enorme lienzo en el cual conviven las grandes manchas de color con las formas escultóricas de fugaces contornos que toman vida a medida que se separan del espectador.
Las líneas que caracterizan su obra, la amplitud de trazo, las formas insinuantes, cargadas de connotaciones simbólicas y a la vez tremendamente figurativas y la presencia constante del color como elemento aglutinante de la composición, se desarrollan en la labor escenográfica en toda su amplitud. Las líneas y el color delimitan espacios irreales que introducen al espectador en lugares imaginarios, cargados de simbolismo, para acompañar y guiar el desarrollo artístico de la obra.
No sólo sus composiciones escenográficas han servido como fondo de obras dramáticas o espectáculos de ballet, también sus creaciones se han trasladado a otros elementos más cotidianos dotándolos de vida propia, convirtiéndolos en partes integrantes de una obra colectiva donde cada uno de ellos ocupaba un lugar claramente intencionado.