El Colectivo de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales de la Región de Murcia, Colega-Murcia, pide a la UCAM que se desmarque de las declaraciones de la profesora "homófoba"

Nota remitida por Colega Murcia:

 

El Colectivo de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales de la Región de Murcia (COLEGA MURCIA) quiere mostrar su indignación ante la conferencia ofrecida por la profesora de la Universidad Católica de Murcia (UCAM) Gloria María Tomás Garrido considerando "enfermos" a los homosexuales además de otras consideraciones intolerantes.

La citada profesora además se ha reafirmado en sus posicionamientos en sus numerosas intervenciones ante los medios de comunicación. Esta mañana se negó a intervenir en Punto Radio-Murcia, cuando se le comunicó la presencia del presidente de COLEGA-MURCIA, Johan Girón, porque pertenece a la organización que va a denunciar sus declaraciones ante la Fiscalía General del Estado.

"Es muy preocupante que se realicen este tipo de discursos desde un foro universitario, fomentando la discriminación y la apología de la homofobia.

Una universidad debe tener los filtros necesarios para que no sea utilizada como plataforma de difusión de mensajes de odio, como está ocurriendo en la Universidad Católica de Murcia, donde esta señora ejerce de profesora de ética enseñando este tipo de descalificaciones gratuitas", ha declarado Johan Girón, presidente de COLEGA-MURCIA

"Desde COLEGA-MURCIA pedimos a la UCAM que se desmarque claramente de este tipo de afirmaciones, porque la ideología y la religión no deben amparar en ningún momento valores antidemocráticos y en contra de los valores constitucionales y los derechos humanos. El carácter católico del centro no puede ser excusa para enseñar falsedades y servir de púlpito a los mensajes de odio y discriminación. Pedimos que el Ministerio de Educación y las Universidades establezcan un mecanismo para impedir este tipo de propaganda de odio", ha agregado Girón.

El presidente de COLEGA-MURCIA ha continuado:"Casos como este hacen necesario la continuación con más ímpetu de la pedagogía social en las universidades y una especial vigilancia contra este tipo de declaraciones intolerantes. La libertad de expresión o de cátedra no puede cobijar a ningún intolerante por más tiempo. No hay que dejar resquicio en la universidad ni en la sociedad a la intolerancia"

La declaración de la ínclita profesora de llevar a un hipotético hijo gay a "un buen médico a ver qué podemos hacer" nos resulta desde COLEGA-MURCIA, especialmente escandalosa, pero nos muestra que aún en nuestra sociedad pueden existir profesionales de la medicina y de la psicología que intentan "curar" la homosexualidad, muchas veces fomentado desde unas visiones integristas de la religión.

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