El emblemático Retrato de Salvador Gaya, una de las obras más significativas de la pintura murciana, vuelve al Museo Ramón Gaya gracias a un acuerdo de cesión por cinco años, prorrogable, con el Museo de Bellas Artes de Murcia. La obra, que se trata de un único retrato fechado en 1926 se ha convertido en un símbolo indiscutible del crucial año 1927 para el arte murciano.
El concejal de Cultura e Identidad, Diego Avilés, ha participado en la estrega de la obra, que se exhibirá de manera permanente en el Museo Ramón Gaya, junto a otras obras de su etapa vanguardista, y que resulta fundamental para comprender las inquietudes y exploraciones artísticas de un joven Ramón Gaya antes de definir su estilo maduro. También han asistido el director del Museo Ramón Gaya Rafael Fuster; el Director General de Patrimonio, Patricio Sánchez; la jefa de servicio de Museos y Exposiciones, Mª Ángeles Gómez; y el director del Museo de Bellas Artes, Juan Sandoval.
Un retorno esperado
Retrato de mi padre ha pertenecido históricamente al Museo de Bellas Artes. Sin embargo, desde finales del siglo pasado, Ramón Gaya deseaba que esta pieza formara parte de la colección de su museo homónimo. Así lo expresó en una carta al Ministro de Cultura en 1999, donde exponía razones tanto sentimentales como artísticas:
«Aparte de las razones sentimentales hay otras de carácter pictórico que me inducen a hacerlo. Dicho cuadro es de momento, joven, en el que me relaciono con las vanguardias y que inmediatamente abandoné, es anterior en mi estancia en París donde me desencanté de ellas, por ello el cuadro no tiene relación con mi obra posterior, lo que me caracteriza y define, y no tiene sentido que esté solo. Es muchísimo más lógico verlo dentro del conjunto de mi obra de toda la vida que puede contemplarse en el Museo a mí delicado. Dicho cuadro, en el Museo de Bellas artes de Murcia, representa un momento descontextualizado, y en el Museo Ramón Gaya, representaría una época que completaría el discurso expositivo de mi paso por las vanguardias. Es por ello, ya que soy el más interesado en que allá donde quiera que esté mi obra yo pueda sentirme bien representado, por lo que pienso que dicho cuadro ‘Retrato de mi padre' tendría mucho más sentido que se hallar en el Museo Ramón Gaya que en cualquier otro museo».
Un año después de aquella solicitud, el cuadro fue cedido al Museo Ramón Gaya, donde permaneció hasta 2020, cuando fue retirado para ser restaurado en el Centro de Restauración de la Región de Murcia. El objetivo era prepararlo para su presentación en la exposición colectiva Real(ismos) en el Museo Carmen Thyssen de Málaga. No obstante, la pandemia de la COVID-19 retrasó la exposición hasta 2022.
Finalmente, tras su restauración y exposición, el Retrato de mi padre regresa al Museo Ramón Gaya, respetando la voluntad del pintor. Este gesto ha sido posible gracias a la generosidad de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia y el MUBAM.