La ampliación de aceras con el Plan de Movilidad es una de las mayores chapuzas que se recuerda en Murcia

Tenemos charcos, señales y pivotes en mitad de la acera, haciendo que se pierdan los efectos de la ampliación

Al no haber retirado las señales anteriores, los vehículos oficiales de la Consejería de Salud podrían aparcar sobre la acera

En Ronda de Levante se encharcan las aceras cuando llueve porque los imbornales no se han puesto en la zona más baja

En Miguel de Cervantes tenemos bolardos en mitad de la acera y paradas de autobús que dificultan el paso

El paso en dos tiempos de Juan de Borbón pone en riesgo la seguridad de los peatones por su estrechez

Tampoco se ha aprovechado para poner alcorques y plantar arbolado pese a vestir el proyecto de verde

Levantar la acera recién puesta para trasladar estos elementos supondrá un nuevo gasto que debería haberse evitado.

La única explicación razonable a tanto despropósito es que el Ayuntamiento tema que el Juzgado le obligue a revertir las actuaciones

"Chapuza" es la palabra que más se repite entre los vecinos de Murcia ante las obras de ampliación de aceras que se están llevando a cabo con el Plan de Movilidad.

"Murcia Centro Vivo" denuncia que es un sinsentido que se hayan conservado en su ubicación anterior las señales, paradas de autobús y demás elementos cuando se ha ampliado la acera.

Fruto de eso nos encontramos con que se conservan los discos que permiten el estacionamiento de vehículos oficiales frente a la Consejería de Salud, aunque ahora tendrían que hacerlo sobre la acera y las señales que delimitan la zona azul.

No es el único caso, ya que en Miguel de Cervantes tenemos pivotes en mitad de la nada y una parada de autobús junto a la Escuela Oficial de Idiomas que no se ha desplazado y sigue haciendo complicado el paso.

Lo mismo ocurre con señales, farolas y mupis, creando una barrera visual que elimina los efectos de la ampliación de aceras y deja infrautilizada la nueva zona.

Además, supone un obstáculo innecesario para personas con discapacidad física o visual, que tienen un riesgo de colisión que podría haberse evitado.

Por si esto fuera poco, ni siquiera se han tenido en cuenta las pendientes a la hora de colocar los imbornales, tal y como se evidenció hace unos días cuando las nuevas aceras se vieron encharcadas.

Lo lógico hubiera sido aprovechar la ampliación de aceras para poner el cableado, plantar arbolado y reubicar farolas, pivotes, paradas de autobús o señales, pero nada de eso se ha hecho, lo que obligará a levantar de nuevo las aceras y malgastar dinero público por no hacer las cosas bien desde el principio.

Lo peor de esta situación es que se pone en riesgo incluso la integridad de los ciudadanos, con un semáforo para peatones en dos tiempos en Juan de Borbón tan pequeño que obliga en horas punta a permanecer en la carretera.

Sólo hay una explicación razonable para no haber acometido de forma simultánea la plantación de árboles y el traslado de farolas, pivotes, señales y paradas de autobús, y es que el Ayuntamiento crea que el Juzgado va a estimar el recurso de las plataformas y ordenar revertir las actuaciones.

Desde Murcia Centro Vivo pedimos que se haga un buen uso de dinero público, evitando repetir situaciones como las ya vividas con las aceras de la Cárcel Vieja o el carril bici de Pío Baroja.

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