Huermur alega contra la modificación 136 del PGOU, una “chapucera protección del patrimonio”

Huermur ha presentado alegaciones al avance de la modificación número 136 del Plan General de Ordenación Urbana de Murcia, que incluye molinos, acueductos, complejos y elementos industriales o edificios de carácter civil, por considerar que la concejalía de Urbanismo pretende aprobar “un pufo” heredado del anterior gobierno local.

La entidad conservacionista, que ha revisado minuciosamente la documentación facilitada por el ayuntamiento, califica de chapuza las actuaciones de Urbanismo, pues están plagadas de errores de bulto y delimitaciones equivocadas, llegándose a basar en algunos casos en disposiciones oficialmente caducadas.

La modificación del PGOU prevista por el ayuntamiento de Murcia mantiene aún el polémico vial GH-01 proyectado por huerta protegida en la zona de Guadalupe y el entorno de protección BIC del Monasterio de los Jerónimos, a pesar de que el Consistorio llegó a señalar sus efectos dañinos.

Huermur insta al Ayuntamiento de Murcia y a su concejalía de Urbanismo que atiendan las alegaciones interpuestas, subsanen los graves errores detectados, y no incluyan una serie de actuaciones previstas por no ajustarse las mismas a la legalidad vigente.

La Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (Huermur) ha presentado alegaciones contra el avance de la modificación número 136 del Plan General de Ordenación Urbana de Murcia, aprobada por el Ayuntamiento de Murcia hace unos meses, al considerar que la concejalía de Urbanismo pretende aprobar “un pufo” heredado del anterior gobierno local.

Concretamente, esta modificación lleva incluida la adaptación del planeamiento municipal a diversas protecciones de carácter cultural de monumentos y bienes del patrimonio histórico de la huerta de Murcia, como por ejemplo el Molino de Alfatego y su acequia, el acueducto de Felices, los entornos de protección del Azud de la Contraparada, el castillo de los Garres, o el de Tabala, así como otros tantos elementos e inmuebles protegidos por la Consejería de Cultura recientemente.

Huermur ha revisado minuciosamente la documentación facilitada por el ayuntamiento, y califica de chapuza las actuaciones de la concejalía de Urbanismo, pues están plagadas de errores de bulto y delimitaciones equivocadas, llegándose a basar en algunos casos en disposiciones oficialmente caducadas como es el caso del entorno de protección BIC del Molino del Batán y su torre medieval, donde el ayuntamiento ha usado delimitaciones del monumento de hace años y que en 2021 fueron declaradas caducadas por la propia Consejería de Cultura.

En el mismo sentido, Huermur ha alegado que las delimitaciones propuestas por la concejalía de Urbanismo para los entornos de protección de monumentos protegidos como Bien de Interés Cultural BIC no coinciden con las delimitaciones oficiales aprobadas por el Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma y publicadas en el Boletín Oficial, como podría ser el caso del monumento del Azud de la Contraparada, el castillo de los Garres, el castillo de Tabala en Zeneta, o el Monasterio de Los Jerónimos en Guadalupe. Por ello ha instado las correcciones oportunas para una adecuada delimitación en el PGOU.

Huermur denuncia también en las alegaciones que el ayuntamiento continúa manteniendo en estas modificaciones del PGOU el polémico vial previsto en la zona de Guadalupe, y que atraviesa una extensa y valiosa zona de huerta así como el entorno de protección BIC de Los Jerónimos y cuatro acequias, incluida la acequia mayor Aljufía que está incoada BIC. Ante esto, la entidad conservacionista ha requerido a Urbanismo que se elimine este pernicioso vial, pues incluso el propio Consistorio ha dicho públicamente que ese proyecto “conlleva riesgos para el patrimonio cultural y natural”.

El colectivo remarca que en este momento el ayuntamiento tiene la oportunidad de demostrar un verdadero cambio y borrar el vial del PGOU. “No llevar a cabo dicha anulación en este procedimiento de revisión del planeamiento general, además de un claro ridículo institucional, supone posponer, sin justificación legal alguna, dicha anulación a un nuevo procedimiento de revisión del planeamiento en el futuro, con los costes económicos y de esfuerzo del personal y medios al servicio de esta entidad local”, añaden desde Huermur.

En las alegaciones presentadas también se ha indicado que en la documentación publicada faltan los necesarios informes histórico-arqueológicos de la mayoría de los elementos del patrimonio histórico que vienen recogidos en la modificación 136 de PGOU, ya que solo hay informes de tres de los quince elementos, así como faltan las fichas de otros tantos bienes para los que se adapta su protección BIC al planeamiento municipal. Como cuestiones formales, Huermur ha indicado igualmente graves defectos en la documentación publicada, que iba sin foliar y con numerosos documentos sin firmar o escaneados, incumpliendo así la Ley 39/2015 del procedimiento administrativo común.

Por último, Huermur reprocha a la Concejalía de Urbanismo que desaproveche esta oportunidad para adaptar de verdad el planeamiento municipal a la protección cultural de numerosos bienes del patrimonio, que ya acumulan además años de retraso incumpliendo el plazo de dos años para su adaptación recogido en la Ley de Patrimonio Cultural de la Región de Murcia.

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