Huerta Viva y la Asociación de Vecinos del Malecón y su Huerta temen que en los juntamentos a celebrar el 18 de mayo en el salón de actos del edificio Moneo se aprueben nuevas tropelías contra la histórica red de regadío de la huerta de Murcia. A las 13:00 h. está anunciada la votación para autorizar, si procede, la ocupación de la acequia de La Cárcel en La Arboleja para la construcción de un geriátrico. El terreno donde se pretende edificar se encuentra entre los Maristas y el nuevo jardín de la Alameda, en una zona que debería ser entorno de protección de bien de interés cultural del Paseo del Malecón.
Ambas asociaciones aclaran que Las Ordenanzas y Costumbres de la Huerta no contemplan en ninguno de sus artículos la ocupación de acequias, ya que se trata de bienes comunales donde se deben respetar el cauce y los márgenes para asegurar la circulación del agua, el paso de regantes y las labores de limpieza. Es por ello por lo que las Ordenanzas si contemplan la expropiación forzosa y la imposición de servidumbres, pero nunca la ocupación. Si esto se pudiera hacer, cualquier vecino colindante con una acequia podría solicitar su ocupación, siendo así inviable la gestión y mantenimiento de la red de regadío.
Las asociaciones creen que la petición del juntamento no se ajusta a la legalidad y, por lo tanto, no puede ser votada ni aprobada. El promotor del geriátrico se encuentra ante un bien que no le pertenece, estando obligado a respetar lo que dictan las Ordenanzas, y la Junta de Hacendados debería velar por ello y no dedicarse a celebrar juntamentos en sentido opuesto para satisfacer los intereses de una empresa que nada tiene que ver con el interés agrario y de conservación de la Huerta.
Las asociaciones también advierten que llevamos décadas sin que la Dirección General de Bienes Culturales apruebe el obligatorio entorno de protección del Paseo del Malecón donde estarían incluidos estos terrenos y el cauce de la acequia, y se preguntan si la tardanza se está haciendo de forma consciente para satisfacer intereses urbanísticos en una zona de gran interés cultural, medioambiental y paisajístico, y que ante la falta de protección se encuentra cada vez más degradada.
La acequia de La Cárcel es un antiguo cauce de origen medieval vinculado al Malecón que debe su nombre a la función de llevar agua hasta el alcázar cristiano que se encontraba en el Puente Viejo, y que durante mucho tiempo fue usado como cárcel por la Inquisición. La acequia también tuvo el nombre del Arenal, y era utilizada para suministrar agua a los lavaderos que había en la plaza de las Balsas.
Por otro lado, Huerta Viva teme por los pocos tramos que quedan a cielo abierto y naturalizado de la acequia de Pitarque en El Esparragal. La Junta de Hacendados anuncia de forma general sobre el proyecto de acondicionamiento, cuando los anteriores proyectos han consistido en entubar y destruir los valores culturales y ambientales de la acequia.
Desde Huerta Viva esperan que la Junta de Hacendados se adapte a los nuevos tiempos y que ese proyecto de acondicionamiento sea respetuoso con el ecosistema, el paisaje y la cultura de la huerta. Hasta ahora el concepto de acondicionamiento ha sido entubar o canalizar los cauces con hormigón, cuando existen técnicas mucho menos dañinas como es la mampostería de junta abierta ya realizada en cauces cercanos a Monteagudo, y que permite el mantenimiento de la vegetación asociada y la fauna acuática.