Huermur exige la revisión urgente e inmediata de todas las fachadas y elementos exteriores de la Catedral de Murcia. La entidad ya alertó el pasado verano del peligro de desprendimientos del monumento tras la caída de cascotes  de la Capilla del Socorro en la fachada Norte del templo y que aún sigue acordonada.

Huermur recuerda que la Consejería de Cultura ya inició un expediente de emergencia por el estado de las fachadas de la Catedral en octubre del año pasado tras la denuncia de Huermur, y la administración regional requirió a la propiedad del templo una inspección sobre el estado de conservación de las distintas fachadas de la catedral y las protecciones de las mismas, así como el mantenimiento de la red de evacuación de aguas pluviales.

La entidad conservacionista requiere a la Consejería de Cultura y al Ayuntamiento de Murcia la aplicación de medidas inmediatas para la protección de este monumento que fue declarado Monumento Nacional en 1931, y hoy es Bien de Interés Cultural BIC, así como se garantice la seguridad de los transeúntes y visitantes.

Para Huermur resulta inaudito que el principal monumento histórico de la Región de Murcia, como es la barroca Catedral sede de la Diócesis y su Museo Catedralicio, dé esta imagen tan lamentable de sucesivos desprendimientos, y que en sus fachadas sigan existiendo numerosos cableados eléctricos, anclajes, y elementos distorsionadores del patrimonio.

La Asociación para la Conservación de la Huerta y el Patrimonio de Murcia (Huermur) exige la revisión exhaustiva y pormenorizada de todas y cada una de las fachadas de la Catedral de Murcia, así como de sus elementos exteriores, adornos, cornisas, y esculturas. Todo ello, dado el desprendimiento en la mañana de hoy grandes piezas de piedra de la fachada del templo en la céntrica Plaza de la Cruz, sobre los emblemáticos Soportales.

Huermur recuerda que ya son demasiados los episodios de caídas de cascotes de las fachadas de la Catedral, y advierten que tras la denuncia de Huermur el verano pasado, la Consejería de Cultura inició un expediente de emergencia por el estado de las fachadas, y la administración regional requirió a la propiedad del templo una inspección sobre el estado de conservación de las distintas fachadas de la catedral y las protecciones de las mismas, así como el mantenimiento de la red de evacuación de aguas pluviales. Huermur señala que a día de hoy no se ha notificado resultado alguno de estos requerimientos de Cultura a la propiedad, por lo que la entidad conservacionista pedirá detallada información sobre el estado de tramitación del citado expediente de emergencia.

En el mismo sentido, Huermur presentará la correspondiente denuncia ante la Consejería de Cultura por los preocupantes desprendimientos de esta misma mañana en la Plaza de la Cruz, así como pedirá información al Ayuntamiento de Murcia sobre las actuaciones realizadas desde el Consistorio, puesto que además de ser la Catedral un monumento declarado Bien de Interés Cultural BIC, también está catalogado y protegido en el Plan Especial del Centro Histórico-Artístico de Murcia, que es de gestión municipal.

Por último, para Huermur resulta inaudito e inadmisible que el principal monumento barroco de la Región de Murcia, y que es visitado por miles de turistas y murcianos cada semana, presente esta preocupante y peligrosa imagen de constantes caídas de cascotes de sus monumentales fachadas. Así lo ha remarcado su Presidente, Sergio Pacheco, señalando que: “Ya no son ni uno ni dos los desprendimientos de las fachadas de nuestra Catedral, y han sido constantes las denuncias por estos hechos sin que a día de hoy ni la Consejería de Cultura ni el Ayuntamiento nos hayan comunicado acción alguna para poner fin a estos preocupantes episodios de caídas de cascotes de este importante patrimonio murciano”.

Por último, Huermur espera que tanto las administraciones públicas con competencias en materia de patrimonio histórico, como la misma propiedad del templo catedralicio, se pongan a trabajar de una vez para que episodios como el de esta mañana no se vuelvan a producir nunca más, así  como se retire la gran cantidad de cableados eléctricos, anclajes, y elementos distorsionadores del patrimonio que a día de hoy existen en las fachadas de este monumento protegido.