Huermur denuncia el preocupante estado de conservación de los castillos medievales de Larache y del Cabezo de Torres, ambos en pleno Sitio Histórico de Monteagudo, y declarados Bien de Interés Cultural.

La entidad conservacionista denuncia una infinidad de desperfectos, desprendimientos de partes de los muros defensivos de las fortalezas, acumulaciones ingentes de basuras y escombros, así como la gran cantidad de maleza que asedia estos castillos protegidos, ante una clara falta de vigilancia y control por parte de las administraciones.

Huermur presentará las correspondientes denuncias ante la Dirección General de Bienes Culturales de la Comunidad Autónoma, así como exigirá medidas inmediatas para la consolidación de los muros en mal estado y la limpieza sin dilaciones de las basuras y malezas de estos monumentos huertanos.

La Asociación para la Conservación de la Huerta y el Patrimonio de Murcia (Huermur) denuncia que los castillos medievales de Larache y el Cabezo de Torres se hunden entre la inmundicia y la indolencia de la Consejería de Cultura y del Ayuntamiento de Murcia, puesto que presentan un preocupante estado de conservación y mantenimiento, ya que a día de hoy estas fortalezas medievales que datan del siglo XII-XIII están plagadas de basuras, escombros, maleza, grietas, desprendimientos y una patente falta de mantenimiento, cuidados y vigilancia.

Huermur, que ha tenido acceso recientemente al castillo de Larache, muy cerca de la fortaleza de Monteagudo, ha podido comprobar de primera mano la alarmante situación de este monumento que ostenta la categoría de Bien de Interés Cultural (BIC), y que se encuentra en plena huerta de Murcia dentro del perímetro del Sitio Histórico de Monteagudo-Cabezo de Torres, que también es BIC. Este monumento presenta gran cantidad de desprendimientos y desgastes en los muros de tapial, así como preocupantes grietas, y numerosa maleza por todos los muros y recintos del inmueble protegido. También se ha podido comprobar que el geotextil que existe en la parte superior del patio del castillo está a la vista, totalmente destrozado y quemado por el sol.

El castillo de Larache, que forma parte fundamental del conjunto palatino de Monteagudo, constituye una residencia fortificada cuyo máximo apogeo se sitúa en los siglos XII y XIII. Este monumento constituye, junto a su gran alberca conocida popularmente como el ‘Huerto Hondo’, una parte fundamental de la historia del Sitio Histórico de Monteagudo y la huerta de Murcia.

Igualmente, Huermur ha visitado el castillo de Cabezo de Torres, también BIC e incluido dentro del recinto del Sitio Histórico de Monteagudo. Se trata de un edificio de planta cuadrada, de unos 40 metros de lado, y en sus ángulos aparecen cuatro torreones inscritos en el cuadrado de la planta, pero se ha podido comprobar como la situación actual de este bien es de auténtica desidia, ya que está totalmente cubierto de escombros, basuras, desperdicios, muebles viejos, y una abundante maleza que lleva acumulándose sobre este patrimonio cultural desde hace décadas. También se ha podido evidenciar cómo se han clavado sobre la fortaleza y sus torres diversos vallados y postes metálicos.

En el mismo sentido, el presidente de Huermur, Sergio Pacheco, señala que: “Resulta inadmisible que estos dos importantes castillos medievales de la huerta de Murcia presenten este alarmante estado, literalmente hundiéndose entre la inmundicia, sin que la Consejería de Cultura y el Consistorio de la capital se preocupen lo más mínimo por su adecuado mantenimiento, vigilancia y protección. Una vez más se demuestra que parece que la Ley de Patrimonio Cultural está de adorno en la pared”.

Por último, desde Huermur advierten a la Consejería de Cultura y al Ayuntamiento de Murcia, como máximos responsables de velar por el cumplimiento de la Ley de Patrimonio Cultural, que además de presentar las correspondientes denuncias, se dará parte a la Asamblea Regional de esta situación, al estar en marcha una investigación por el parlamento autonómico sobre la situación de degradación de los castillos de la huerta de Murcia, tras la denuncia de Huermur en 2018.