Murcia, a la vanguardia en eficiencia energética

El Ayuntamiento aprueba una ordenanza pionera en Europa para evitar la contaminación lumínica

El Ayuntamiento de Murcia, con el apoyo de ALEM, la Agencia Local de la Energia y el Cambio Climático de Murcia, ha aprobado una ordenanza pionera en Europa que establece las condiciones que debe cumplir cualquier instalación de alumbrado exterior, tanto pública como privada, para evitar la contaminación lumínica. Esta ordenanza busca potenciar el cuidado y la protección del medio ambiente y la mejora notable de la calidad urbana, mediante un uso eficiente y racional de la energía que consumen las instalaciones de alumbrado. Siempre con el objetivo de garantizar la seguridad vial de la ciudadanía.

Esta norma jurídica tiene como objetivos principales:

Potenciar la eficiencia energética en el alumbrado

Reducir las emisiones de CO2 generadas por su consumo

Prevenir su emisión de luz hacia el cielo.

Esta Ordenanza es innovadora porque fija niveles mínimos de eficiencia energética que deben tener las instalaciones, siguiendo la ya conocida Escala de Certificación similar a la que presentan electrodomésticos (clase A, B, C…)

El Ayuntamiento de Murcia trabaja y se esfuerza en ir más allá de lo exigido en la Ley Nacional y mejora, optimiza y perfecciona los niveles actuales fijando objetivos muy positivos y esperanzadores en términos de eficiencia energética, lucha contra el cambio climático y la contaminación lumínica. Algunas de las actuaciones son:

Para puntos de luz de menos de 5 metros de altura, la Ordenanza en Murcia exigirá que todas las instalaciones sean de clase A.

Para los puntos de luz de más de 5 metros de altura la Ordenanza de la Ciudad de Murcia exigirá un mínimo de clase B

Si tenemos en cuenta que el reglamento a nivel nacional fija un mínimo de clase E, comprobamos el nivel de exigencia y compromiso en la mejora del Medio Ambiente del Ayuntamiento de Murcia.

La flexibilidad es otra de las características de esta Ordenanza, que permitirá a los técnicos especialistas aportar otras soluciones de diseño distintas del nivel mínimo clase B, siempre que suponga un ahorro energético y respetando el entorno del paisaje urbano. Así, un consumo energético por metro cuadrado inferior se traducirá en mayor eficiencia energética del proyecto.

Contaminación lumínica

La legislación actual nacional limita a un 25% el flujo de luz emitido hacia el cielo por el alumbrado, lo que se conoce como contaminación lumínica. Recordemos que la contaminación lumínica es la emisión de flujo luminoso de fuentes artificiales nocturnas en intensidades y/o direcciones innecesarias para el fin de las acciones previstas en la zona en la que se ubican las luces. Murcia, muy por encima de las exigencias nacionales, limita a 0% en todo el alumbrado, excepto las farolas de menos de 5 metros (por ejemplo farolas del casco urbano ornamentales), en las que se exige sólo un 5%.

Permitir hasta un 5% en alumbrado de baja altura (como alumbrado ornamental) busca proteger el Medio Ambiente reduciendo las emisiones de CO2 a la atmósfera a través del ahorro de energía eléctrica.

Cuando las farolas no tienen altura -normalmente se limita la altura para minimizar la intrusión en el entorno doméstico– el hecho de bajar del 5% supone que hay que reducir el espacio entre ellas y por tanto poner más farolas para iluminar la misma superficie con la misma uniformidad.

Otro punto importante en el que el Ayuntamiento de Murcia ha incidido para prevenir la contaminación lumínica ha sido la limitación de la luz reflejada desde el pavimento hacia el cielo.

Además, se respetan las áreas protegidas, espacios forestales y zonas de especial interés para la investigación científica. A través de la observación astronómica el nivel máximo de iluminancia media se fija en 5 lux y el flujo hemisférico superior instalado deberá ser 0%. Recordar que “lux” es la unidad métrica de medida de iluminación, que nos expresa la cantidad de luz por metro cuadrado. 0 LUX es el equivalente a la oscuridad total. En estas áreas especialmente protegidas se utilizarán además, en la medida en que el entorno lo permita, instalaciones con energías renovables.

El alumbrado exterior es un logro que hace posible desarrollar múltiples actividades pero es imprescindible iluminar de forma adecuada, evitando la emisión de luz directa a la atmósfera y empleando eficientemente la cantidad de luz necesaria.

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