“No me he sentido mal para nada durante esta Amstel Gold Race, todo lo contrario, pero en el final sí, que noté los pocos días de competición que tengo en las piernas, como noté también que la distancia era superior a 250 kilómetros. La Amstel es una carrera que me gustaría ganar un día porque aún falta en mi palmarés pero cada año se repite más o menos la misma historia por llegar aquí un poco justo. De las tres clásicas es la más complicada para mí. En la penúltima cota, el Keutenberg, se ha cortado un poco delante y hemos tenido que hacer un esfuerzo muy grande para volver a entrar. El final se ha hecho duro y en la ascensión final ya no tenía fuerzas para intentar lo que sea. Sin embargo, tengo motivos para estar contento porque llegué casi con los primeros y eso es muy bueno de cara a la Flecha Valona y la Lieja-Bastogne-Lieja. Espero ir mejorando a lo largo de la semana.
Por otra parte Eusebio Unzúe director de su equipo dijo:
“El equipo Caisse d’Epargne ha trabajado para preparar el terreno a Joaquím Rodríguez y Alejandro Valverde. Todos los corredores cumplieron muy bien con lo que se esperaba de cada uno, pero en las dos últimas cotas nuestros dos líderes para esta carrera ya no se sentían bien como para poder estar adelante y hemos entendido que no iba a ser posible conseguir el podio en la clásica holandesa. Esperemos que lo de hoy haya sido buen trabajo y un ensayo general para el resto de la semana.”