Pepín Liria y Juan Belda, que tomaba la alternativa, salen a hombros en la Feria de Murcia

Murcia, 15 sep (EFE).- Los diestros Pepín Liria, que cortó un total de tres orejas, y Juan Belda, que consiguió dos en la tarde en la que tomaba la alternativa, salieron hoy a hombros del coso de la Condomina en la tercera corrida de la Feria de Septiembre.

Se lidiaron seis toros de la ganadería de Juan Pedro Domecq, desrazados y sin fondo, sobre todo, primero, segundo y cuarto, que fueron pitados en el arrastre.

La plaza registró más de tres cuartos de entrada en tarde calurosa.

Enrique Ponce, palmas y palmas

Pepín Liria, dos orejas y oreja.

Juan Belda, ovación con saludos en el toro de su alternativa y dos orejas.

No tuvo suerte el toricantano con el Juan Pedro que lidió en primer lugar, de nombre "Disparado", que careció tanto de fuerza como de transmisión.

Belda, muy predispuesto toda la tarde, puso voluntad en su lidia, pero se estrelló una y otra vez con un oponente que no se dejaba pegar más de dos pases seguidos y que tampoco le ayudó a la hora de la suerte suprema.

Su segundo no le dio tampoco muchas posibilidades de lucimiento y la faena no pudo remontar vuelo, aunque la presidencia atendió la petición mayoritaria del público y concedió las dos orejas, más como premio a su entrega y a su pundonor que como reconocimiento a una faena que no había existido por falta de oponente.

Los dos "juanpedros" del lote de Enrique Ponce fueron también deslucidos, y ni siquiera el torero de Chiva logró sacarles partido, por lo que en los dos casos abrevió y los mandó al desolladero de sendas estocadas en buen sitio.

Y cuando el aburrimiento era general en la plaza, llegó Pepín Liria con el que hizo tercero y levantó el ánimo de los tendidos con muletazos de rodillas en los terrenos de sol, para seguir luego con una faena que tuvo la vibración que siempre pone el diestro ante sus paisanos.

Lo llevó siempre a media altura, y consiguió lo que parecía imposible, que el astado no rodara por la arena, y al que pasaportó de una buena estocada lanzándose como un obús.

El quinto no aguantó mucho, pero sí lo suficiente para que, de nuevo, Liria, pleno de recursos, lograra una faena aseada que terminó con una estocada en su sitio tras un pinchazo. EFE

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