El consejero de Turismo y Consumo, José Pablo Ruiz Abellán, asistió hoy a la inauguración de las obras de acondicionamiento del yacimiento arqueológico del santuario y templo íbero de La Luz. La recuperación de esta necrópolis, fechada a finales del s. V a.C. es una de las actuaciones del Consorcio Turístico ‘Murcia Cruce de Caminos’.
El santuario y templo íbero de La Luz forman parte de un extraordinario conjunto que completan el poblado de Santa Catalina del Monte y la necrópolis del Cabecico del Tesoro, localizados en El Verdolay. Los poblados ibéricos más importantes de la Región organizan su territorio en tres núcleos: poblado, necrópolis y santuario. Estos agrupamientos ponen de manifiesto al alto grado de complejidad de la sociedad y economía del mundo ibérico. El apogeo del santuario se puede fechar hacia finales del siglo V, perdurando hasta los inicios del siglo I a.C, cuando fue destruido.
El templo como tal se edificó poco tiempo después de la conquista de Cartagena por las tropas de Escipión y experimenta una profunda reforma que se plasma en la construcción de un pequeño templo en la cima de la colina y dos grandes terrazas. La aparición de una cabeza marmórea de corte helenístico parece confirmar la advocación del santuario a una divinidad indígena de carácter femenino, que estaría relacionada con las divinidades Deméter-Perséfone-Hécate, en torno al ciclo anual de la fertilidad-fecundidad.
La actuación, que ha supuesto una inversión de 311.000 euros, ha hecho posible la restauración de todos los elementos significativos del santuario y del templo. Se han llevado a cabo trabajos de limpieza, consolidación y restitución de los restos. Con ello, además de recuperar y consolidar esta parte del patrimonio histórico, se pretende transmitir el conocimiento sobre el pueblo íbero, su papel en la Historia, formas de vidas y costumbres, así como su contribución al desarrollo de nuestra civilización. Este nuevo equipamiento enriquece la oferta cultural y turística que ya se ofrece en el Centro de Visitantes de La Luz.
La intervención se estructura en dos niveles. Uno en el interior del Centro de Visitantes de La Luz, ampliando y mejorando los contenidos del ámbito temático destinado a los íberos. El segundo, en el exterior y en el propio santuario y alrededores, contribuyendo a identificar y explicar cada una de las partes que comprenden el conjunto, para que el visitante tenga una percepción lo más clara posible de cómo pudo ser su origen.
El paraje donde se alzaba el santuario y templo íbero y el nuevo edificio del Centro de Visitantes de La Luz eran tierras cultivadas por los frailes de la Ermita de La Luz y por ello removidas y aterrazadas desde el siglo XVII.
Con esta intervención del Consorcio Turístico ‘Murcia Cruce de Caminos’, se recupera un espacio histórico y se propone como otro atractivo cultural y turístico más, tanto para los murcianos como para los turistas que llegan hasta la ciudad.
