Ambas organizaciones han tenido claro desde que se planteara la incorporación de Murcia a la línea de Alta Velocidad Madrid-Levante que la única solución conveniente para el interés general es que su llegada a la capital de la región sea por soterramiento y a la estación de El Carmen.
Así se ha declarado en cuantas manifestaciones públicas se han realizado desde las citadas instituciones. Existe un ejemplo reciente que muestra esa línea de coherencia, mostrada además en los distintos escenarios en los que se desenvuelven los representantes empresariales (medios de comunicación, órganos consultivos, foros de debate, etc).
Se trata del comunicado conjunto realizado por organizaciones empresariales y Cámaras de Comercio de la Región de Murcia el pasado 31 de julio de 2013, en el que expresaron hartazgo ante los incumplimientos y los retrasos por culpa de la inacción de los distintos Gobiernos de España y pedían al Gobierno regional que exigiera en Madrid concreción de inversiones y fechas.
En ese escrito se subrayaba la necesidad de que la estación que se construyese para la llegada del AVE fuera definitiva (se estaba barajando una provisional en la pedanía de Los Dolores) y se ubicara en la existente de El Carmen, conforme al convenio firmado por la Comunidad Autónoma, el Ayuntamiento de Murcia y el Ministerio de Fomento en 2010. Se afirmaba asimismo que hablar de una opción distinta a la Estación del Carmen y del soterramiento de la línea a su paso por el casco urbano es inaceptable porque implica ignorar el núcleo poblacional y empresarial que es el histórico Barrio del Carmen en la capital, donde miles de murcianos y cientos de pequeñas empresas podrían revitalizarse por los efectos de esta importante infraestructura.
El argumentario recogido en ese comunicado es irrenunciable para los empresarios, y así ha quedado también recalcado en artículos de opinión, entrevistas, etc realizados por los máximos representantes de las organizaciones empresarial y cameral en el pasado y en el momento actual.
Cambiar esos planteamientos supondría condicionar no solo la llegada del AVE a la capital sino su continuación al resto de la región. Y más retrasos en esta infraestructura teniendo en cuenta el historial que acumula, no es de recibo.
Por lo tanto, los empresarios de la Región abogan por el rápido entendimiento de Ministerio de Fomento, Gobierno autonómico y Ayuntamiento de la capital, de manera que el calendario quede perfectamente definido y se aceleren al máximo los plazos.