Cultura restaura el Cristo de las Isabelas de Salzillo

La obra ha sido rehabilitada por el Centro de Restauración de la Región de Murcia, y su intervención confirma a Francisco Salzillo como autor de la misma

El consejero de Cultura entrega la imagen a las monjas de Santa Clara

El consejero de Cultura y Turismo, Pedro Alberto Cruz, entregó hoy la imagen del Cristo de las Isabelas, de Francisco Salzillo, a las monjas de Santa Clara, después de que la imagen haya sido rehabilitada por el Centro de Restauración de la Región de Murcia.

Se trata de una talla en madera policromada y dorada, que presenta una riquísima y elaborada decoración realizada mediante la técnica del oro fino burilado. Los trabajos de restauración, que han tenido un plazo de nueve meses, han contado con un presupuesto de 18.000 euros.

Cruz resaltó que una de las consecuencias fundamentales derivadas del proceso de restauración ha sido "la atribución sobre la autoría de la talla", la cual se adjudicaba al taller de Salzillo y de la que ahora "podemos decir con total seguridad que es una obra de Francisco Salzillo".

"Los repintes y la suciedad impedían contemplar los matices, los diferentes moratones y elementos de la policromía que ahora, al contemplarlos, permiten apreciar que se trata de una obra de Salzillo", indicó Pedro Alberto Cruz.

La imagen, que en un principio estuvo en la desaparecida iglesia del convento de las Isabelas, pasó posteriormente al convento de Santa Clara La Real, donde ha permanecido en clausura hasta que la Cofradía del Santo Sepulcro de Murcia la incorporó a su desfile del Viernes Santo. La obra forma parte de la exposición permanente del Museo de Santa Clara, convirtiéndose en una pieza esencial más que destacada.

La talla presentaba un estado de conservación deficiente con repintes y faltas puntuales de policromía. Asimismo, destacaba la presencia de múltiples manchas de un antiguo ataque de hongos que mancharon zonas puntuales del anverso y todo el reverso, alterando irreversiblemente la policromía. También presentaba daños originados por el uso procesional al que es sometida la obra cada año (fractura de un dedo, abrasiones de la policromía y abertura de la unión de los brazos respecto al torso).

El proceso de intervención, tanto en la imagen como en la cruz,  ha consistido en una limpieza físico-química que ha eliminado repintes muy antiguos, así como la mayor parte de las manchas producidas por hongos, reintegrándose cromáticamente las que no han podido retirarse.

Tras realizar un profundo estudio de la imagen, el Centro de Restauración, en colaboración con el Servicio de Museos, del que depende el Museo de Santa Clara, han adoptado una serie de medidas preventivas que hagan compatible la procesión de la obra con su conservación, permitiendo que esta imagen no sufra deterioro alguno tras su uso por parte de la Cofradía del Santo Sepulcro.

En relación al trabajo de los restauradores, Cruz los calificó como "unos profesionales absolutamente magníficos que hacen que este centro sea uno de los mejores valorados en toda España" y, por consiguiente, "la joya de la corona de la Dirección General de Bellas Artes".

Este sitio web utiliza cookies para facilitar y mejorar la navegación. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso. POLITICA DE COOKIES