Desarrollan estrategias contra enfermedades musculares y óseas en mayores entrenando la fuerza

Un investigador de la UCAM demuestra que el entrenamiento de la fuerza en las personas de edad avanzada es de gran importancia en la prevención y tratamiento de enfermedades como la sarcopenia, la osteoporosis o enfermedades crónicas, entre otras. Sin embargo, son pocas las que lo practican.

La investigación del profesor Pablo Jorge Marcos-Pardo, de la Facultad de Deporte de la Universidad Católica de Murcia, publicada por la revista 'Scientific Reports´, perteneciente al prestigioso grupo Nature, destaca que el entrenamiento de la fuerza en las personas de edad avanzada es de gran importancia en la prevención y tratamiento de enfermedades como la sarcopenia, la osteoporosis, enfermedades crónicas y la pérdida de la capacidad funcional, entre otras. Aun así, son pocas las personas mayores que lo practican; en muchas ocasiones por falta de conocimiento sobre sus beneficios y en mayor medida porque se aburren y terminan abandonando.

En el artículo que ha publicado el profesor e investigador de la UCAM, Pablo Jorge Marcos-Pardo, titulado "Impact of a motivational resistance-training programme on adherence and body composition in the elderly", en el que han colaborado los investigadores Alexander Gil-Arias de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y Alejandro Martínez Rodríguez de la Universidad de Alicante, se muestra la importancia de que los educadores físico-deportivos sepan utilizar diferentes estrategias motivacionales durante los entrenamientos con personas mayores para ayudarles a incluir dentro de sus hábitos diarios la práctica regular de ejercicio físico y, con ello, adherirse y conseguir mejoras a nivel físico, psicológico y social.

Por ello, los autores han diseñado 10 estrategias motivacionales para programas de entrenamiento de fuerza muscular en personas mayores que ayudarán al practicante a conseguir una mayor satisfacción de las necesidades psicológicas básicas (autonomía, competencia y relaciones sociales), generando una mayor motivación intrínseca para el ejercicio físico, conllevando esto, una mayor adherencia hacia la práctica y junto con la realización de un adecuado programa de entrenamiento de la fuerza, alcanzar beneficios para su salud a nivel integral (física, psicológica y social).

Tal y como indica el doctor Marcos-Pardo, son necesarios más proyectos de investigación de carácter multidimensional como el presente, donde no solo se investiguen las variables biológicas, sino también de tipo psicosociales, para conocer cuáles son los motivos que mueven a las personas a mantenerse regularmente en un programa de ejercicio físico. A este respecto, el papel que desempeña el educador físico-deportivo es fundamental, al objeto de fomentar en la población mayor la motivación adecuada para adherirse a la práctica de ejercicio físico y, como consecuencia de ello, ayudarles a disfrutar y mejorar su salud desde un punto de vista integral según los principios de la Organización Mundial de la Salud.

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