Ahora Murcia alerta de que Urbanismo ha aprobado unos criterios que pueden dejar en la calle a quienes viven a orillas de la carretera de Alicante

Angeles Micol señala que el Ayuntamiento "podría aplicar esos mismos criterios a las carreteras de El Palmar y Alcantarilla, con idéntica repercusión"

AHORA MURCIA alerta de que la Comisión de Urbanismo ha aprobado hoy una actuación urbanística con unos criterios que pueden dejar en la calle a las familias que viven a orillas de la carretera de Alicante, en el tramo de Murcia a Monteagudo. La concejala Angeles Micol explica que el PP señala que los suelos donde están esas viviendas no pueden tener uso residencial porque los niveles de ruido impiden ese tipo de utilización, pasando a ser de uso terciario, una decisión "tomada exclusivamente para satisfacer los intereses de una industria local".

La edil señala que esta decisión de la Concejalía de Urbanismo "si ya es muy grave de por sí, lo es todavía más por el hecho de que este mismo criterio lo pueden aplicar a otras carreteras del municipio similares a la de Alicante, especialmente las de El Palmar y Alcantarilla". Micol recuerda que "no en vano las tres carreteras (Alicante, El Palmar y Alcantarilla), que fueron realizadas por la misma persona, el conde de Floridablanca, cuentan con una escenario similar de tráfico y decibelios. Esta situación podría afectar a zonas emblemáticas del municipio como Barriomar o Nonduermas, entre otras, cuyos suelos posiblemente tampoco podrán ser destinados a uso residencial, con la aplicación de este criterio del PP".

La concejala de Ahora Murcia lamenta que "este repentino interés del PP por aplicar la Ley del Ruido, que fue creada en 2003, se debe a que una empresa de la zona, industrias Godoy, está en segunda línea en esa misma carretera de Alicante y desea acometer una ampliación y que su fachada pase a dar a esa vía". Según Micol, "el Ayuntamiento se presta a dar gusto a esta empresa, cuando debería velar por el interés de la mayoría de murcianos, y más aún en un derecho fundamental como es la vivienda".

"Las viviendas van a quedar fuera de ordenamiento y las personas que viven en esas casas no dispondrán de las licencias necesarias", afirma la edil, "lo que las condena a su deterioro y a su abandono final, además de que ya no podrá construirse obra nueva. A orillas de estas carreteras hay personas que llevan viviendo toda la vida, y otras personas que acaban de adquirir su piso".

En este sentido, Micol destaca que "el PP ha estado dando licencias para construir edificios en la carretera de Alicante hasta hace un año, lo cual evidencia su forma tan arbitraria de gestionar el urbanismo, ya que la Ley de Ruidos es de 2003, y no la han aplicado hasta ahora". La concejala señala que lo que correspondería "es hacer un estudio de qué clase de viviendas se permiten en estas zonas, con qué retranqueo…, así como trabajar para minimizar los ruidos, fomentando el transporte público, contemplando la posibilidad de utilizar otro tipo de asfalto, etc".

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