El concejal de Cambiemos Murcia Sergio Ramos ha instado hoy a la Delegación del Gobierno en la Región a que actúe con mayor diligencia sobre las conductas que promueven los delitos de odio, como las agresiones del pasado febrero en la pedanía de Cabezo de Torres y las de este fin de semana en la plaza de La Merced, ambas cometidas por jóvenes neonazis.
Ramos ha considerado que la Delegación tiene que actuar de forma contundente en la defensa de los derechos humanos y "no puede ser tan laxa" con las actuaciones que pueden incitar al odio, y que van desde agresiones físicas y amenazas hasta pintadas realizadas por grupos de extrema derecha.
Además, ha urgido al Ayuntamiento a poner en marcha los acuerdos que el Pleno aprobó el pasado febrero, de manera conjunta, a instancias de Cambiemos Murcia y a propuesta de la Coordinadora Anti Represión, para erradicar las agresiones y los delitos de odio en el municipio, y que incluían la elaboración de una campaña informativa y de sensibilización en los institutos.
La iniciativa también contemplaba como actuación la puesta en marcha de convenios de colaboración entre el Servicio de Juventud y los centros de educación secundaria, con la finalidad de promover actividades extraescolares que respondan a las inquietudes y problemáticas que afectan a los jóvenes, en especial en lo relacionado con delitos de odio.
"Ante las agresiones de esta naturaleza, las Administraciones Públicas deben alejarse de la pasividad y el silencio y centrarse en la prevención efectiva para desarticular este tipo de actuaciones empleando todos los medios a su disposición, incluyendo el sistema judicial, y manifestando su repulsa a estos actos de la manera más enérgica".
Además, Ramos ha expresado su apoyo a las víctimas y a sus familias, y ha animado a las personas que sufran cualquier ataque de odio a denunciarlas para prevenir y evitar que vuelvan a repetirse.
En esa moción, la formación municipalista señalaba que el Reglamento del Pleno es "arcaico" hasta el punto de que lastra la actividad municipal, y por ello consideraba necesario ya entonces que se debía "abrir el pleno a la ciudadanía y colectivos sociales, hay que simplificar y facilitar la participación directa".