Veinticinco mujeres y un hombre con cáncer de mama inician el programa de actividad física de la UMU para mejorar su calidad de vida

El Centro de Medicina del Deporte de la Universidad de Murcia inició el pasado 15 de octubre la segunda edición del programa Mujer Activa; un protocolo de actividad física diseñado para mujeres diagnosticada con cáncer de mama con el objetivo de mejorar su calidad de vida. Mujer Activa, que se desarrolla en colaboración con la asociación Amiga, arranca este curso con un grupo formado por 25 mujeres y por un hombre que se han puesto en manos de los profesionales de la Universidad de Murcia que, tras evaluar su condición física, ofrecerán a cada una de estas personas unas pautas personalizadas de ejercicios. Durante el pasado curso participaron 37 mujeres en este programa.

El personal del Centro de Medicina del Deporte realiza a las participantes pruebas iniciales de composición corporal y diversos test de fuerza en los grupos musculares más determinantes a nivel funcional; así como pruebas de resistencia cardiopulmonar y capacidad respiratoria. Estas pruebas han comenzado esta semana en grupos reducidos.

Una vez que cada participante tenga sus resultados y, teniendo en cuenta las características de su enfermedad y los tratamientos que se siguen en cada caso, el personal de la Universidad de Murcia les preparará tablas de ejercicios y rutinas. A lo largo de todo el curso académico estarán sometidas a controles muy exhaustivos y evaluaciones permanentes para medir su evolución e ir adaptando su actividad a estos cambios físicos.

Durante la primera edición del Mujer Activa, las participantes realizaban estos ejercicios en casa o en gimnasios por su cuenta; sin embargo, una de las novedades de este curso es que habrá entrenamientos en grupo en instalaciones de la UMU. "El ejercicio físico tiene también en las pacientes un efecto muy claro sobre su estado de ánimo y en esto también contribuye el hecho de que las participantes se relaciones unas con otras y se cree un nexo de unión. Por eso hemos incluido este año sesiones de entrenamiento conjuntas en el programa", explica Carlos Pérez, jefe del servicio de Actividades Deportivas de la UMU.

La selección de participantes en Mujer Activa se realiza a través de la asociación Amiga, con la que la Universidad de Murcia tiene un convenio de colaboración.

Evidencias científicas

Estudios científicos han demostrado la importancia del ejercicio físico en pacientes de cáncer de mama para la mejora de su calidad de vida. Además, algunas terapias aplicadas en los tratamientos conllevan complicaciones asociadas que pueden mejorar con la práctica de actividad física adecuada. Muchas mujeres que superan la enfermedad manifiestan comorbilidades como obesidad, hipertensión, diabetes tipo II, osteoporosis, entre otras complicaciones.

La fatiga suele ser un síntoma asociado a los tratamientos con quimioterapia y radioterapia. Una investigación publicada en 2017 (Patel y Bhise, 2017; Indian Journal of Palliative Care 23: 355-361) demostró que el ejercicio aeróbico continuado consigue mejorar estos síntomas. Otro estudio, también publicado en 2017 y realizado con mujeres sometidas a tratamientos de radioterapia, concluyó que el ejercicio aeróbico, combinado con ejercicios de fuerza, logran mitigar esta fatiga (Lipsett y col, 2017; Breast 32: 144-155).

Lo mismo ocurre en la disminución de la fuerza de las articulaciones en mujeres operadas y con tratamiento de quimioterapia. Los resultados de los trabajos indican que el entrenamiento de fuerza durante la quimioterapia ayuda a prevenir el descenso de la fuerza muscular y la capacidad de resistencia. (Van Moll y col, 2016; Acta Oncol 12:1-8).

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