El PSOE se felicita por aprobarse en el Senado la reparación de La Contraparada a propuesta socialista

El senador Francisco Oñate valora la utilidad que aún sigue teniendo el azud mayor y califica de "daño moral" los dos años que llevan amontonados los sillares de esta infraestructura, que es Monumento Histórico y Bien de Interés Cultural

El Grupo Municipal Socialista muestra su satisfacción por que el Senado haya aprobado esta mañana una moción socialista, que insta a la urgente reparación del monumento histórico de La Contraparada.

El senador socialista por Murcia Francisco Oñate califica de "daño moral" los dos años que llevan amontonados los sillares del azud y echa la culpa del retaso a la desidia del anterior presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura.

En su intervención, recuerda que, si bien tiene valor instrumental como punto de distribución de aguas para el riego de la huerta, es mucho más importante su valor histórico por ser la obra que permitió el nacimiento de la Huerta de Murcia y las poblaciones asentadas en ella. De ahí sus actuales calificaciones como Monumento Histórico y Bien de interés Cultural.

El senador explica también que esta infraestructura remonta sus orígenes probablemente al siglo X, en tiempos de Abderraman III. Y que, aunque ha sufrido transformaciones, todavía hoy se sigue utilizando con los mismos fundamentos de aquellos tiempos. "Gracias a La Contraparada se pudo construir una red de canales, de 510 km de longitud, que comienza en las acequias mayores y acaba en los azarbes que devuelven al rio el agua no usada", señala.

Fueron estas obras las que permitieron la transformación de la Vega del Segura de zona pantanosa a vergel. En el siglo XIII ya se contabilizaban más de 4 hectáreas de regadío, más de 10 en el siglo XVII y hasta 15.000 en los años 70 del siglo pasado. "Es verdad que, en la actualidad, se encuentra en franco retroceso producto de la presión urbana", puntualiza.

Este azud se vio afectado por las avenidas de diciembre de 2016. La mala conservación del cauce hizo que toda el agua de la riada confluyera en un sólo punto "con tal fuerza que consiguió, increíblemente, desarraigar los sillares de la presa, piedras de gran volumen que salieron de su asiento para quedar amontonadas en medio del monumento", dice Oñate, quien añade que "sólo desde la desidia se puede entender que dos años más tarde sigan las piedras amontonadas provocando daño material, pero también un daño moral y pedagógico, puesto que el enclave es un lugar muy visitado, muchas veces por grupos de escolares a los que estamos dando un espectáculo de descuido del patrimonio que debemos concienciar para proteger".

Asimismo, apunta que, "para mayor negligencia, cabe recordar que aquellas avenidas tuvieron ayudas por parte del Gobierno de España, ayudas que no fueron aprovechadas por una guerra cortesana entre la Confederación Hidrográfica del Segura y la Junta de Hacendados, los cuales dirimían por entonces disputas públicas por otros motivos y quisieron trasladar su desencuentro particular al castigo de un monumento histórico".

Por todo ello, declara que "hoy queremos expresar nuestra satisfacción por el impulso que, desde el Senado de España, se da para que, con urgencia, se lleven a cabo entre Confederación y Junta de Hacendados las obras de restauración del Azud Mayor".

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