Rebeca Pérez, que esta mañana ha recibido el proyecto básico realizado por IH Arquitectos, ha subrayado que la actuación hará posible que 'un edificio agresivo y hostil, por el que ahora se pasa de largo, se transforme en un espacio para el disfrute de todos'. Es un proyecto sin límites: sin fronteras físicas, porque la actuación permitirá permeabilizar el espacio e integrarlo con la ciudad; sin horarios, porque estará abierto 24 horas; sin barreras generacionales, porque podrá ser utilizado por personas de todas las edades; y sin límites de usos, porque albergará actividades multidisciplinares.
Antes de que finalice el año estará en marcha las obras de rehabilitación de la Cárcel Vieja. Estas son las previsiones, una vez que el Ayuntamiento ha recibido el proyecto básico realizado por el estudio IH Arquitectos, ganadores del concurso de ideas convocado para la recuperación de este inmueble.
La concejala de Infraestructuras, Obras y Servicios Públicos, Rebeca Pérez, ha subrayado que se trata de ‘un proyecto sin límites’. Por un lado, sin fronteras físicas, porque la actuación permitirá permeabilizar el espacio e integrarlo con la ciudad; tampoco, habrá horarios, porque estará abierto 24 horas; también sin barreras generacionales, porque podrá ser utilizado por personas de todas las edades; y por último, sin límites de usos, porque albergará actividades multidisciplinares.
El proyecto básico, entregado esta mañana por los arquitectos Manuel Hernández y José Ibáñez, de IH Arquitectos, viene a homogeneizar las dos fases y es fundamental para poder iniciar ya, de forma inmediata, el proyecto de ejecución de la fase 1, cuyas obras está previsto que salgan a contratación en septiembre, con la intención de adjudicarlas a finales de octubre y que se inicien antes de fin de año.
La rehabilitación de la Cárcel Vieja constituye uno de los proyectos estratégicos de ciudad, junto con Murcia Río, la intervención en el yacimiento de San Esteban y su entorno y la peatonalización de Alfonso X, actualmente en obras.
En este caso, la actuación prevé que los muros serán demolidos y los patios carcelarios incorporados a la ciudad, haciendo posible que un edificio agresivo y hostil, por el que ahora se pasa de largo, se transforme en un edificio para el disfrute de todos.
Abierto a la ciudad, permeable y respetuoso
Para ello, la versatilidad de uso de los espacios interiores es un aspecto fundamental. Habrá restaurante, tienda-exposiciones, salón de actos, oficinas, museo, talleres, auditorio, centro cívico y biblioteca.
De esta forma, el espacio resultado del proyecto será un centro sociocultural en su conjunto y de cada módulo que lo configura. Será un espacio abierto a la ciudad, permeable y respetuoso con la arquitectura existente, memoria histórica y entorno. El objetivo es convertir este espacio central de la ciudad en punto de referencia de exposición, actividades culturales, eventos y disfrute del ciudadano.
Rebeca Pérez explicó que ‘la integración urbana, la permeabilidad y accesibilidad son objetivos que pretendemos conseguir y para ello abriremos espacios cerrados y los vincularemos a la trama urbana para poder ser aprovechados desde la primera fase’.
Entre los trabajos realizados por el equipo de IH Arquitectos ha habido reuniones con los diferentes servicios técnicos municipales. Entre ellos, con el área de Medio Ambiente para definir el tratamiento del arbolado, en especial con respecto a los grandes eucaliptos existentes y los árboles que se van a mantener en el nuevo edificio.
